Hace treinta años era fácil hablar del vino argentino. Por mencionar los tintos, eran la gran mayoría de corte con un estilo muy similar. Más tarde llegó la gran reconversión de los 1990 y con el Malbec todo cambió para siempre. De un momento a otro, el varietal que Michel Pouget introdujo al país a mediados del siglo XIX se apoderó del sabor de los vinos locales y aggiornó su imagen. Fue entonces que el mundo ya no hablaría del vino argentino sino del Malbec Argentino. Pero las cosas no se quedaron así por mucho tiempo. Gracias a envión que el Malbec representó para la industria se lograron desarrollar muchas otras cepas y estilos. Esa cuota de confianza que significo el éxito del tinto más plantado en el país permitió a los winemakers a apostar a nuevos orígenes, métodos de elaboración que devinieron en las mil caras que hoy ofrece el Malbec en el mercado.

Pero en blancos la historia es mucho más confusa, básicamente por que pasamos de ser un país que consumía principalmente blancos a una nación fanática por los tintos. Esto se debe a que durante años, los blancos fueron dejados de lado en calidad y ante el auge de los tintos el público no tuvo reparos en cambiar sus hábitos. Pero hoy muchos nuevos vinos dan cuenta que en el país del Malbec los Blancos son una gran alternativa con cepas como Chardonnay, Semillón y Sauvignon Blanc. Vinos que se elaboran con uvas de viñedos centenarios pero también en regiones extremas y novedosas.

Para celebrar el mes del Malbec y cómo el éxito de esta cepa permitió que los vinos blancos también mejoraran con los años, la Selección Exclusiva Blanca de Mayo 2018 propone dos diferentes versiones para nuestro vino emblemático y un Sauvignon Blanc que sorprenderá a muchos, Fuego Blanco Sauvignon Blanc 2016. Elaborado con uvas de Pedernal, San Juan, región fresca de altura donde el sauvignon despliega su tipicidad, este vino ofrece un notable caudal cítricos, frutos tropicales y hierbas. Un blanco de boca refrescante, buen volumen y sabor firme.

Mientras que en materia de Malbec, Trivento Private Reserve Malbec 2016 cumple con los cánones cosmopolitas del varietal. Es un vino que puede gustar a un porteño y aun holandés por igual ya que acude al perfil más amigable del varietal. Sus aromas recuerdan a los frutos rojos frescos y confitura de frutos del bosque mientras la crianza se aprecia sutil e integrada al vino

Y por su parte, Chakana Estate Selection Malbec 2016 es un vino elaborado con uvas orgánicas del Valle de Uco y apuesta a un estilo puro con los tonos frutales son penetrantes y se valen de hierbas y frutos negros para definir una frescura notable.

De este modo queda demostrado que así como ya nos se puede hablar de un solo vinos argentino debido a la gran diversidad que desarrolló nuestra industria vínica es cada vez más difícil hablar de Malbec sin sumar referencias como origen o quién es el enólogo para definir su sabor mientras que los blancos recuperan el encanto de otras épocas.

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