Extremos que se unen

Si existen dos regiones vitivinícolas opuestas en nuestro país esas son sin duda los Valles Calchaquíes en Salta y San patricio del Chañar en el norte patagónico.

Mientras que en el norte el terruño se define por su calor y la altura de las viñas, en el sur son los vientos y la inmensidad patagónica los factores más importantes a considerar en el polo vitícola más nuevo del país.

Pero más allá de la ubicación, cada uno de estos terruños cuenta con un propio perfil para sus vinos que hoy pueden disfrutarse en estos dos exquisitos exponentes que al rigor del terroir le suman elegancia y sofisticación.

Por un lado el Colomé Lote Especial Malbec es un claro ejemplo del potencial que nuestra cepa emblema puede alcanzar casi a los 2000 metros de altura, donde su carácter se convierte en temperamento con un color profundo y renegrido, mientras los aromas especiados y balsámicos se funden al matiz frutal típico del Malbec. Un vino que hace gala de la intensidad de paladar que el sol define sobre los tintos de altura, como sello inconfundible de uno de los terruños más evidentes del país.

Mientras tanto en la Patagonia se continúa desarrollando un estilo de vinos más elegante y fresco gracias a su clima seco, adecuado para la viticultura pero a la vez con temperaturas moderadas que permiten una madurez óptima de los frutos que conservan su acidez intacta que puede apreciarse en el Mantra Roble Cabernet Sauvignon, un exponente original y algo atípico para este terroir donde el Malbec y el Pinot Noir aparecen siempre como protagonistas. Para sorpresa de algunos este Cabernet de la bodega Secreto Patagónico, les permitirá descubrir que el sur también es tierra de grandes tintos, con sólo apreciar las notas típicas de la cepa junto a un importante caudal de frutos negros que inundan el paladar junto a una textura sabrosa y envolvente.