Tintos con potencia y complejidad

Generalmente, cuando estamos ante la copa nos preguntamos si el carácter del vino que estamos por beber será complejo o potente, como si no fuera posible encontrar estos atributos juntos. Lo cierto es que en nuestro país, donde los vinos nacen intensos gracias al carácter del soleado y árido del terroir, los winemakers supieron desarrollar la habilidad de domar la potencia de la montaña en tinto opulentos y sedosos, redondos y muy placenteros.

Esta ecuación no solo define el estilo de los grandes vinos argentinos sino que también nos asegura un buen potencial de añejamiento en cada botella, aspectos esenciales de todo gran vino que en la Selección Alta Gama de Octubre podremos comprobar en dos etiquetas excepcionales.

Puramun Reserva Malbec 2015, es un vino que no podría encontrar mejor definición. Elaborado por el mítico José “Pepe” Galante y sus hijos para el proyecto familiar, se trata de un vino que une uvas de diferentes zonas del Valle de Uco, región bien conocida por este maestro de enólogos. Clásico y elegante por definición, es de color rojo rubí brillante y despliega aromas de frutos rojos, cassis, cerezas y hierbas con trazo herbal y de especias dulces como vainilla y clavo. En boca es envolvente con centro jugoso y tenso. Final largo con buen carácter.

Para el caso, una cepa que siempre ofrece vinos elegantes en Mendoza es el Cabernet como podremos saborear en Fabre Montmayou Gran Reserva Cabernet Sauvignon 2017, un tinto complejo y seductor. Proveniente de antiguas viñas de Luján de Cuyo, es color rubí profundo. Sus aromas son típicos del varietal y recuerdan a las pimientas frescas, los frutos negros como cassis y moras y buen acompañamiento de una crianza precisa y elegante. Al paladar es intenso y sobrio con buen cuerpo y estructura amable. Taninos firmes, frescura acertada y final largo.