Familia Blanco

Tres generaciones obteniendo los mejores frutos de la tierra.

Una costumbre ancestral que se ve reflejada en cada botella.

Desde Mendoza, la octava capital del vino en el mundo, Mairena ofrece calidad a la Argentina y a los exigentes mercados internacionales.

Familia Blanco elabora un número reducido de botellas a las que destina la selección de sus mejores uvas.

Atentos a la misión de buscar las mejores expresiones del terroir, los viñedos ubicados al sudoeste de Ugarteche, en Luján de Cuyo, proveen a los vinos de Familia Blanco características de altura y tipicidad varietal, conformando una combinación de factores imprescindibles para lograr vinos de alta gama. Familia Blanco cuenta con 380 has. Para su emprendimiento, de las cuales 54 ha hoy producen en plenitud sus varietales.

Con la conciencia de que el resultante del vino comienza en el viñedo, se trabaja con técnicas adaptadas para cada lugar de cultivo, considerando variables como suelo, clima y altura.
Protección total de los viñedos con tela antigranizo y sistema de riego por goteo, ponen de manifiesto la importancia que Familia Blanco le da al cuidado de sus plantas.
Familia Blanco produce uvas de 7 variedades distintas: Malbec, Sauvignon Blanc, Chardonnay, Chenin, Cabernet Sauvignon, Tempranillo y Bonarda, esta última, variedad que está creciendo sostenidamente en la preferencia de los consumidores.

Tan importante como el cuidado en los viñedos, es el tratamiento que se le da a la uva en la bodega. La elaboración es un proceso celosamente cuidado y se aplican los últimos adelantos tecnológicos combinados con el gran aporte profesional y de conocimiento por parte de equipo de enólogos.
La bodega se ubica a pocos minutos de la ciudad de Mendoza, allí se elabora bajo condiciones de higiene y seguridad insuperables.

Todas las piletas son de pequeña capacidad, lo que permite una gran estabilidad y homogeneidad en la fermentación, apoyados en el control de temperatura permanente, cubriendo todo el proceso, desde la fermentación hasta la estiba y bajo la atenta mirada profesional del equipo técnico.

El resultado, vinos argentinos de gran consistencia y estabilidad, frutados con la complejidad que aporta el roble francés.
Familia Blanco garantiza un alto nivel de calidad ya que está comprometida con todo el proceso.

Se elaboran solo los mejores varietales año a año: bonarda, malbec y Sauvignon blanc, que componen la línea Mairena.
Familia Blanco ha obtenido importantes premios que refuerzan el sentido de su desafío: la tenacidad, el compromiso y la pasión por el trabajo, factores fundamentales para lograr que la viña y el terruño se manifiesten en su máxima expresión.

Mairena: la pasión de una familia que atesora el conocimiento y el arte de generaciones para lograr la máxima calidad.
Mairena: la expresión del terruño.

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